Hasta hace muy poco, los discos duros SSD tenían un precio prohibitivo que impedía considerarlos una alternativa económica para mejorar el rendimiento de nuestro equipo. Al haber cambiado esta situación, desechar nuestro viejo disco magnético está a la orden del día, y aunque no tiene mucha dificultad el proceso, viene bien tener en cuenta una serie de cosas. Os explicamos cómo cambiar vuestro disco HDD por un SSD, con la posibilidad incluso de clonar el contenido de vuestra vieja unidad para no perder los datos.

¿Por qué un SSD?

Como ya hemos hablado anteriormente en el blog, un HDD tiene un ciclo de vida determinado que ronda las 20.000 horas, por lo que por el bien de nuestros datos se recomienda cambiarlo por uno nuevo tras superar ese tiempo de uso. Las ventajas de un SSD son incontables, y más allá de triplicar la velocidad de lectura y escritura con respecto a los HDD, tienen otras características que los hacen valiosos.

  • Son totalmente silenciosos al no tener partes mecánicas en movimiento.
  • No se calientan y el consumo energético es menor, por lo que son ideales para un ordenador portátil.
  • Su ciclo de vida es mucho mayor.
  • Ocupan menos espacio (bahía de 2.5»), por lo que son idóneos para barebones (¡o Steambox!) y portátiles.

Por algo más de 100€/$ es posible encontrar ya discos de hasta 240Gb de capacidad. Incluso existen discos híbridos SSHD en los que se utilizan discos magnéticos para almacenar la información, pero que también albergan una memoria sólida de gran capacidad para almacenar los datos a los que más accedemos y del que no tenemos que preocuparnos. Por ejemplo, los discos de 500Gb SSHD suelen tener una memoria SSD que ronda los 25Gb, en donde se almacenarán automáticamente los archivos de los programas que más usemos. En el caso del SSD puro, la totalidad de su memoria es flash.

SSD-sandisk

¿Qué SSD necesito?

Otra decisión a tener en cuenta es si vamos a utilizar solo nuestro disco SSD o lo vamos a acompañar de otra unidad para almacenar datos. En el primer caso, podemos adquirir un disco de poca capacidad para utilizar como principal y donde se hospedará el sistema operativo, y otro de almacenamiento masivo para el grueso de nuestros datos. De este modo, puna buena combinación sería tener un disco duro SSD de 64Gb acompañado de un SSHD o HDD de 1Tb.

En cambio, si hacemos uso intensivo de archivos de gran tamaño o trabajamos con mucho volumen de información local de forma asidua, tal vez queramos que no solo los archivos del sistema sean accedidos a gran velocidad, sino la totalidad de nuestro almacenamiento, existiendo como hemos dicho anteriormente discos SSD de más de 200Gb a un precio asequible. El precio final tomemos una decisión u otra será muy similar. Aquí podéis ver una interesante comparativa de precios y modelos de discos SSD.

¿Clonar nuestro viejo disco duro o hacer una instalación limpia?

Otra decisión a tener en cuenta es decidir si vamos a trasladar todos los datos de nuestra vieja unidad a la nueva o vamos a realizar una instalación limpia. El clonado de discos es un proceso muy simple gracias a la proliferación de herramientas especializadas en esta tarea distribuidas por los propios fabricantes como Intel, Kingston o SanDisk entre otros. En esta lista podéis comprobar los que lo proporcionan.

SSD-box

Si nuestro disco no dispone de esta opción, podemos recurrir a una de las muchas herramientas genéricas para el clonado y copia de unidades, siendo una buena opción el programa gratuito AOMEI Data Backupper. Se trata de una interesante opción, ya que incluye entre sus herramientas el alineado de sectores, una operación por la cual debemos alinear los bloques de nuestro disco duro para adaptarlos al sistema de particionado de nuestro viejo disco HDD.

Aún así, lo más recomendable siempre será realizar una instalación limpia, no porque el rendimiento del disco pueda ser menor (que en ciertos escenarios puede darse el caso), sino por los obvios beneficios de no cargar con todo lo que nuestro viejo disco duro ha arrastrado a lo largo de su vida en caso de que en los últimos tiempos no le hayamos dado formato.

Instalación física de nuestro disco SSD

El proceso de conectado del disco dependerá de la naturaleza de la operación a realizar y el dispositivo donde lo hagamos. En un ordenador portátil tendremos dos alternativas: reemplazar completamente el disco anterior por uno nuevo y proceder a la instalación limpia del sistema operativo o utilizar el espacio donde está nuestro lector de DVD (en caso de tenerlo) para albergar nuestro anterior disco duro como secundario. Existen adaptadores para utilizar el espacio de la bandeja como bahía secundaria, aunque su disponibilidad depende del propio fabricante y la compatibilidad con sus productos.

SSD-laptop

En un ordenador de sobremesa también hay que tener varios aspectos en cuenta. Los discos duros SSD tienen son de 2.5», mientras que las bahías tradicionales de discos son de 3.5», por lo que tendremos que adquirir un adaptador (que no es más que una chapa de metal) para atornillar nuestro disco a la estructura, por no hablar de la necesidad de disponer de un cable SATA para conectar a la placa base y un conector de alimentación disponible para el mismo. Hay mucha controversia respecto a la existencia de cables específicos  SATA III para soportar las transferencias de hasta 6GB/s del estándar. Diversos análisis afirman que la diferencia entre cables es inapreciable. En vuestras manos queda.

El dato obvio es que si vamos a clonar una unidad necesitaremos tener las dos conectadas al mismo tiempo. Si tuviéramos problemas al instalarlas físicamente, podemos optar por adquirir un adaptador SATA>USB ó IDE>USB (bastante baratos) o realizar el clonado con el SSD como unidad externa y una vez terminado el proceso sacar el disco duro antiguo y conectar el nuevo.

(Opcional) Clonado y realineado de sectores

Si hemos decidido realizar una copia exacta de nuestro viejo disco, tendremos que acceder a uno de los programas antes mencionados. En el caso del software AOMEI nos iremos a la opción Clone > Clone Disk y seguiremos los datos que aparecen en pantalla en los que se nos pide la unidad de origen y la de destino.

SSD-aomei

Otra interesante opción para realizar el clonado y automatizar todo el proceso es usar Partition Wizard, otra herramienta gratuita que también incluye la opción de alineado automático. Aquí un tutorial al respecto.

En cuanto al alineado de sectores, no estamos al 100% convencidos de que el software que vamos a utilizar no realiza dicho procedimiento (AOMEI o Partition Wizard sí lo hacen), siempre podemos realizarlo nosotros mismos a mano.  Abrir la consola CMD (Inicio > Ejecutar > Símbolo del sistema) e introducir los siguientes comandos:

diskpart
list disk
select disk X
create partition primary align=1024
active

Con X como la letra de la unidad SSD. Si quieremos comprobar que el proceso se ha realizado correctamente realizaremos estas operaciones:

diskpart
list disk
select disk X
list partition

Que deberían ofrecer como salida:

Partición 1 Principal 30 GB 1024 KB

6 COMENTARIOS

  1. PERO AL FINAL NO TERMINE DE CONCLUIR LO QUE QUERIA SABER!!!
    SE PUEDE LOGRAR QUE EL SSD SE INSTALE Y LUEGO FUNCIONE CORRECTAMENTE SIN LA EXISTENCIA PREVIA DE UN HDD?????

    • Claro Raziel, cualquier asistente de instalación de los sistemas operativos contemporáneos (Windows 7 o superior, la mayoría de distros de Linux, Mac OS X…) son capaces de detectar dicha unidad y utilizarla como principal para instalarse ahí, por lo que no es para nada necesaria la existencia de un HDD.

Responder a Raziel Sayes Cancelar respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.