Recientemente realizamos en el blog nuestra comparativa anual de navegadores, y una vez más nos topamos con el desmesurado consumo de recursos que necesita Google Chrome para funcionar, pudiendo llevarse más de 1 GB con unas pocas ventanas abiertas y extensiones instaladas. Poco podemos hacer al respecto, aunque existen algunos métodos para minimizar ese volumen y averiguar qué elementos son los que más consumen.

Vamos a hacer una simple comprobación para averuguar la memoria ocupada en un momento dado con lo que tenemos abierto normalmente en el navegador, esto son, ocho pestañas abiertas y media docenas de extensiones que servidor considera imprescindibles como Hangouts, Feedly, Outlook Notifier, Hola Better Internet, Pocket y Gmail Checker Plus. Vamos a sumar la RAM consumida por todos los elementos de Chrome y…nada menos que 1602 MB entre el navegador, las extensiones y los procesos adicionales. Eso es una barbaridad.

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El administrador de tareas de Chrome

Si nos vamos al administrador de tareas de Windows clásico veremos que existen una infinidad de procesos iguales de Google Chrome. Esto es debido a que la modularidad del navegador hace que cada elemento del mismo sea gestionado como proceso independiente y que evita que por un error o problema en alguno de sus elementos se tenga que cerrar completamente. Si queremos averiguar cuál es cada uno de los procesos listados podremos hacerlo desde el propio administrador de tareas integrado en el navegador al que podemos acceder a través de Ajustes > Más herramientas > Administrador de tareas. Estos son los resultados en nuestro ejemplo.

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Queda visto y demostrado que las extensiones propiamente dichas no son las culpables, ya que rondan los 20 MB de media salvo Hangouts por razones evidentes (Hola Better Internet no lo tenemos en cuenta al ser una utilidad totalmente opcional). Lo que si duelen son los 70 MB del plugin Flash o los casi 60 del ‘GPU Process’ derivado del uso de renderizado con WebGL o similares. El problema no está ahí, sino en las propias pestañas abiertas. 100 MB por una pestaña de Facebook o Tweetdeck son una barbaridad, por no hablar de los 200 MB que por defecto se come el propio navegador independientemente de las páginas que esté visualizando.

¿Por qué consume Google Chrome tanta RAM?

Este engorde se debe a muchas razones que apiladas provocan tales resultados, aunque hay que tener bien claro el hecho de que este gran consumo de RAM no resulta para nada negativo si tenemos suficiente memoria disponible. La RAM está para usarla, y su uso intensivo y bien planificado permite el acceso rápido a la información recurrente. ¡Random Access Memory, más claro el agua! Para tareas mundanas en un equipo con Windows, con 4 GB vamos sobrados salvo que pretendamos jugar a videojuegos o hacer alguna burrada como renderizar vídeo. En ese caso, más que quejarnos del navegador lo que deberíamos es comprar un modulito más de memoria, que están de precio por los suelos.

Por todo esto, en caso de que vayamos justos de memoria, vamos a enumerar algunos de los principales causantes junto con la posible solución que le podemos dar.

  • El sistema de pre-renderizado de Google permite acelerar la visualización de páginas. Se trata de un sistema capaz de cargar las URLs que vamos a ver incluso antes de que accedamos a las mismas a partir de nuestro historial de navegación a partir de los elementos descargados anteriormente y almacenados de forma local. Este método acelera enormemente la carga de páginas, pero alberga en la RAM aquellos contenidos de uso recurrente. Si queremos eliminar esta característica podemos hacerlo desmarcando la opción que encontraremos en Configuración > Mostrar opciones avanzadas > Cargar recursos previamente para que las páginas se carguen de forma más rápida.
  • Chrome se carga por defecto en segundo plano aunque no lo tengamos abierto, pudiendo incluso hacer que las extensiones sigan funcionando en segundo plano. Esto es especialmente útil si usamos asiduamente cosas como Hangouts para recibir permanentemente mensajes de nuestras conversaciones independientemente de si tenemos el navegador abierto o no. Si no utilizamos herramientas de este tipo podemos deshabilitarlo desmarcando la casilla en Configuración > Sistema > Seguir ejecutando aplicaciones en segundo plano al cerrar Google Chrome. Además, para evitar que ande por ahí residente el asistente de actualización de Google podemos eliminarlo de los programas que se cargan al inicio.
  • Aunque ya hemos dicho que las extensiones no ocupan mucho con respecto a las páginas propiamente dichas, siempre podemos deshabilitarlas en caso de que las utilicemos con poca frecuencia. Por ejemplo, en mi caso tengo una extensión para calcular el histórico de precios de un producto en Amazon, y que por defecto tengo desactivada hasta que necesito hacer uso de ella. Esta práctica se hace casi imprescindible cuando nos movemos con más de una decena de extensiones para nuestra navegación diaria.
  • Apilado de pestañas. Al final, el principal problema es el síndrome de diógenes de navegación que nos hace tener una docena de pestañas abiertas al mismo tiempo. Si bien no es una solución elegante, podemos utilizar un organizador de pestañas para agilizar dicha tarea. OneTab es una extensión de Chrome que convierte todas las pestañas abiertas en una lista de URLs creada en el acto, de forma que, efectivamente, se reducirá enormemente la RAM usada, aunque a ciencia cierta lo que hayamos hecho sea cerrar todas las pestañas y crear una lista de marcadores volátil.

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18 COMENTARIOS

  1. Yo ya no lo uso, lo tengo desinstalado no solo porque consume muchos recursos, sino porque ademas VIGILA MIS ACTIVIDADES POR INTERNET. EN SÍ MISMO ES UN TROJANO QUE RECOGE MI ACTIVIDAD Y LA ENVÍA A UNA BASE DE DATOS. ES UN ESPÍA EN MI COMPUTADOR.

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