Ya hemos hablado varias veces de herramientas capaces de crear copias exactas de una aplicación capaces de funcionar de forma simultánea cada una con unos datos de acceso diferente, pero en este caso vamos a dar un paso más allá. Imaginemos que hemos instalado una app de la que no nos fiamos ni un pelo a la hora de concederle determinados permisos de acceso, situación en la que puede venir bien tener una especie de sadbox que aisle todas sus funciones y evite que interactúe con servicios de nuestro terminal. La herramienta gratuita Island es justo lo que hace.
El funcionamiento de Island pivota entre tres características principales: la clonación de apps al estilo de Parallel Space o App Cloner, la capacidad de hacer sandboxing para evitar que tenga acceso a información personal incluso si le hemos aprobado permisos y una función muy interesante: la posibilidad de congelar el estado de una app y poder retomar su uso en sesiones posteriores. Además, también podremos ocultar las apps aisladas para hacerlas solo accesibles a través de Island.
Las posibilidades de todo este embrollo son enormes, aunque su uso queda reseravdo para los fans del cacharreo con apps. El hecho de que podamos tener dos cuentas activas simultáneas de Clash Royale es solo la punta del iceberg. Imaginemos que hemos descargado una aplicación de la que no nos fiamos pero que, por avatares del destino, queremos preservar y utilizar con asiduidad. Para blindar nuestro terminal podríamos clonar dicha app, eliminar la original para no permitirle un acceso libre y en última instancia congelarla en un estado concreto para que no realice ninguna acción en segundo plano y la retomemos cuando queramos.
El único requisito para poder utilizar Islands es que previamente debemos encriptar la información del terminal en caso de que no lo hayamos hecho anteriormente. Eso sí, los desarrolladores remarcan que se trata de una beta que no está al 100% testeada, por lo que deberíamos ser cautos a la hora de utilizarla si no queremos caer en un boot-loop o cualquier pesadilla propia del séptimo infierno de los poseedores de dispositivos Android.
