Durante el pasado 3E, Bethesda tuvo a bien el presentarnos la versión para iOS de Fallout Shelter, y no ha sido hasta hoy mismo cuando también hace acto de presencia en Android con la misma premisa: Un juego de estrategia y gestión de recursos ambientado en el universo Fallout donde debemos gestionar la ampliación de nuestro refugio subterraneo de Vault-Tec y asignar tareas a sus habitantes para sobrevivir en el yermo entre mutarachas, chapitas de Nuka-Cola y experimentos de mutación.

Diseccionando el juego a su mínima expresión, lo cierto es que tenemos lo de siempre, un juego de construcción de comunidades donde debemos ir ampliando con diferentes elementos nuestras bases de operaciones a medida que vamos recavando recursos y esperando una cantidad de minutos cada vez mayor como reclamo para no dejar de encender el smartphone para ver qué tal van nuestros progresos. Pero la sombra de Pip-Boy es alargada, y a cualquier aficionado a la saga le entrará gustirrinín por el acabado del juego y los incontables guiños a todas sus entregas, incluidas referencias al inminente Fallout 4.

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Tiene su gracia el ir experimentando con nuestro refugio subterráneo, donde tendremos que construir uan serie de habitaciones con funciones tan dispares como ejercer de fuente de energía o alimentar a la población. Por el camino iremos asignando tareas a los desdichados post-nucleares que quieren acceder a nuestro Vault, y que podremos hacer que mejoren en aptitudes, equipamiento y de camino que tengan algún roce amoroso para crear descendencia, que aquí los niños no vienen de París.

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Manteniendo a ralla los niveles de energía, agua y comida iremos creciendo hasta el punto de poder tener más de un emplazamiento que gestionar, de nuevo la misma mecánica que llevamos viendo desde los tiempos del Travian y demás juegos de navegador. A poco que nos enganchemos estaremos todo el día mandando a moradores a las afueras para que vuelvan con recursos valiosos y resolviendo los entuertos que se dan lugar entre nuestra población, ya sean peleas por líos de faldas o escapes radiactivos que provocan un envenenamiento masivo. Lo dicho, una delicia.

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