Lawnchair, el mejor hack de Pixel Launcher que puedes instalar en cualquier terminal

Desde que los Google Pixel instauraron su nueva estética de «Android Puro», muchas han sido las aplicaciones de personalización que han intentado asemejarse, ya sean las últimas versiones de Nova Launcher o directamente una versión extraída de dichos dispositivos pero con una estabilidad, cuanto menos, cuestionable. Lawnchair está basado en dicha APK, pero permitiendo el uso de Google Assistant en el escritorio y añadiendo un sinfín de opciones de personalización. Y lo mejor de todo, no necesita Nougat para funcionar.

Su instalación requiere del mismo proceso que con cualquier otro launcher, preguntándonos si queremos usarlo por defecto cuando salgamos al escritorio tras la instalación. A efectos prácticos veremos lo mismo que otras tantas capas que lo simulan, esto es, el Pixel Pill, el widget de fecha y tiempo, el cajón de aplicaciones desplegable mediante swipe y los iconos redondeados para las herramientas de Google. Además, si hacemos swipe horizontal tendremos la página de Google Now presente, cosa que no es posible en la mayoría de capas de personalización.

Pero no contentos con esto, si nos vamos al panel de ajustes del launcher (pulsación larga en el escritorio > icono de engranaje) accederemos al menú de personalización desde el que podremos cambiar mil y un aspectos visuales. Podremos activar o desactivar cada uno de los elementos por separado, modificar el tamaño, separación y estilo de los icionos, el número de filas y columnas del escritorio, la escala de los elementos en pantalla, la forma de controlar el dock o la integración con Google Assistant.

Hemos realizado las pruebas en varios dispositivos, funcionando perfectamente en terminales con Android 6.0.1, sin notar ningún tipo de ralentización en el dispositivo ni interferir en ninguno de los elementos instalados con anterioridad. Un buen momento para tener nuestro terminal a la última. Bueno, o a la penúltima, que Android Oreo ya camina entre nosotros. Siempre le pisamos los talones a la vigencia.