A un videojuego para móvil no le pido demasiadas cosas. No porque no pueda ofrecerlas, algo que ya se ha demostrado con creces, sino porque tiendo a preferir videojuegos de ambición más pequeña, control más sencillo y diversión más inmediata. Está claro que es una opinión personal e intransferible pero los juegos así suelen engancharme y zarandearme de lo lindo. Algo que me ha ocurrido con Tunnel Rush, un pequeño videojuego para Android donde nuestros reflejos entran en juego de forma constante.
En la época actual que vivimos hay una cierta regresión en el mundo de los videojuegos hacia formas más simples. Un sentimiento que procede directamente de la época de los salones recreativos. Videojuegos donde perder era lo más común, una política que se tomó para que nos gastáramos todas las monedas de 25 pesetas que lleváramos en los bolsillos. Esto es algo que observamos más en nichos de mercado muy concretos como son los juegos indie de PC o los títulos para móviles. Plataformas de juego en las que hay cabida tanto para máquinas potentes como para dispositivos más humildes
Por ello, videojuegos como Tunnel Rush se han convertido en algo habitual. Títulos donde los reflejos son la clave para sobrevivir en un mundo donde todo lo que nos toque hará que acabe la partida. Y estos entornos peligrosos son lo que encontramos en las distintas fases de Tunnel Rush. Un universo en blanco y negro donde todo lo que tenga color rojo nos va a hacer daño. Mucho daño. Al menos esto nos lo indican de una forma tradicional, con el color al que suele asociarse el peligro.
Este videojuego para Android sitúa la cámara en primera persona y en él tendremos que recorrer una suerte de túneles de gusanos donde, como ya hemos explicado, nos desplazaremos por pasajes llenos de objetos geométricos donde un roce significa la derrota. El control es sencillo puesto que solo nos moveremos hacia los lados mientras el juego inicia el movimiento. Un movimiento sin pausa en el que a medida que superemos las fases, más peligros saldrán a nuestro paso.
Cada vez que nos chocamos con uno de los obstáculos, el juego nos da la opción de empezar de nuevo o de reiniciar en el punto de choque, esto último siempre que veamos un anuncio. Es cierto que esta dinámica de mezclar un juego difícil junto a una política de anuncios abusiva podría ser bastante tóxica pero no creo que esto ocurra en Tunnel Rush. Hay que decir que las pantallas no son excesivamente largas. A medida que vayamos avanzando nos encontraremos con algunas fases de duración mayor pero tampoco vamos a estar demasiado tiempo en ninguna de ellas. Además, cada choque que tengamos no hay que tomárselo como una decepción, sino como un aprendizaje.
Pienso que hay que tomarse con cierta filosofía este tipo de videojuegos de reflejos donde la muerte es un elemento común. Está claro que nos vamos a chocar. Es algo que va a ocurrir con total seguridad. Por ello, hay que tener cierta paciencia con esta dinámica de “choque y reinicio de nivel”. Cuanto más frustrados estemos ante cada choque, más nerviosos vamos a estar y más rápido vamos a volver a golpear el objeto random número 2437 de nuestro camino. Así que toca respirar. Inspirar. Espirar.
Tunnel Rush no es tan difícil como parece. Aquellos que disfruten con videojuegos parecidos encontrarán aquí un título divertido con el que poner a prueba sus reflejos. Nuestro objetivo pasa por conseguir la máxima puntuación posible y esto es algo que iremos mejorando a medida que avanzamos por las diferentes pantallas. Eso sí, la música acaba siendo repetitiva a más no poder. He acabado poniendo el juego en silencio para no tener que escuchar la misma melodía una y otra vez. Si dejamos a un lado el terreno musical, nos encontramos ante un videojuego infinito al que volver siempre que tengamos ganas de probar nuestra destreza.
Tunnel Rush para Android en Uptodown [APK] | Descargar