Los adictos a los videojuegos desarrollados por Nitrome ya conocíamos la historia de cierto perro salchicha que tiene la particularidad de estirarse hasta el fin. Silly Sausage in Meat Land es un título que muchos hemos disfrutado gracias a su brillante jugabilidad, así como al inconfundible  estilo artístico de la compañía. Ahora llega una suerte de continuación, esta vez ambientada con temática repostera. Silly Sausage: Doggy Dessert es una nueva apuesta de la desarrolladora por seguir creando obras disfrutables hasta el fin.

Silly Sausage: Doggy Dessert

Quien conozca la primera entrega de Silly Sausage ya sabrá de qué va la cosa, pero vamos a recapitular: controlamos a un perro salchicha con la habilidad de alargar su cuerpo hasta proporciones muy locas que debe ir superando niveles llenos de obstáculos que, como no podía ser de otra forma, harán lo posible para que no alcancemos los distintos checkpoints de los que se compone esta obra. Nos iremos desplazando por la pantalla horizontal a base de deslizar el dedo en la pantalla: podemos hacer que nuestro simpático protagonista se estire hacia arriba, abajo, derecha e izquierda. Siempre que toquemos una pared de tierra, el perro se contraerá y llegará a ese destino. Lo bueno de este control es que podemos manejar este videojuego de Android con una sola mano.

Todo aquel que haya jugado alguna vez a la mítica Serpiente encontrará similitudes aquí. Silly Sausage: Doggy Dessert nos pide que recojamos toda gema disponible, ya que es la moneda de cambio para que podamos salvar el camino recorrido en los ansiados chekcpoints. Y si no desponemos de las gemas que se nos reclaman, siempre podemos ver el anuncio de turno para guardar el progreso. Algo necesario puesto que un mínimo error nos conducirá al último punto de guardado: el roce de un enemigo, los siempre odiados pinchos o alguna cereza de chocolate que nos explotará en la cara, casi todo lo que está en la pantalla desea vernos muertos y en nuestro flexible cuerpo está la clave para no hacerlo.

Silly Sausage: Doggy Dessert

El desarrollo jugable vendrá dado por nuestra habilidad en esquivar, de anticiparnos a los peligros que encontramos delante y en resolver pequeños puzles con los que nos topamos. Todo realizado con la varita mágica de Nitrome que siempre nos tiene mal acostumbrados a videojuegos que derrochan carisma e inteligencia. Aunque no se diferencia en exceso de la anterior obra, Silly Sausage: Doggy Dessert cuenta con un par de novedades que agradecemos: unos retos especiales con bastante mala leche y la inclusión de jefes finales.

Silly Sausage: Doggy Dessert

Silly Sausage: Doggy Dessert es una obra divertida y compleja. El trayecto no es un camino de rosas y probablemente nos costará pillarle el timing a los alargamientos extremos del cuerpo de nuestro perro. Con 50 fases a sus espaldas, tenemos un largo —nunca mejor dicho— recorrido por delante.

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