Llevamos poco más de un mes disfrutando de Ubuntu Natty, cuya principal novedad era el debut de Unity como interfaz de escritorio por defecto.
Querido por unos y odiado por otros, Unity ha abierto un gran debate entre los usuarios de Ubuntu, en especial entre aquellos que lo utilizan de manera intensiva. Razones que van mucho más allá de la apariencia dividen a una comunidad que, hasta ahora, luchaba junta por dar a conocer una de las distribuciones GNU/Linux más usadas en el mundo.
Personalmente creo que el cambio, aunque necesario, ha sido prematuro, y ha generado muchos problemas de inestabilidad e incompatibilidades donde antes no las había. Unity puede llegar lejos siempre y cuando sepa ajustarse a las necesidades de los usuarios, de todos ellos sin excepción, cosa que no ocurre en seis meses.
Y tú, ¿qué piensas? ¿Es Unity una buena idea? ¿Piensas que los creadores de Ubuntu se han precipitado a la hora de tomar decisiones? ¿O crees más bien que el futuro de los sistemas operativos pasa por ideas tan rompedoras como Unity?