Cuando uno piensa en juegos para smartphone de estrategia online y duelos de 1vs1, lo primero que nos viene a la cabeza es el genial Clash Royale. Un título que sigue amasando popularidad y que ha creado toda una escuela de obras que siguen su patrón de jugabilidad. Castle Burn a primera vista parece un clon de Clash Royale más, pero cuando empezamos a jugar veremos que únicamente lo es a nivel superficial: estamos ante un juego de estrategia bastante más profundo y que le da frescura a un género que arriesga más bien poco.
Hablamos mucho de «clones de Clash Royale», pero ¿qué características definen esa frase? A niveles básicos tendríamos que decir que son juegos 1vs1 de vista pseudo-cenital donde nos tocará ir desplegando unidades en el escenario a medida que recolectamos maná/energía/magia para destruir la base enemiga mientras defendemos la nuestra. Y bueno, Castle Burn entra en esta definición de manera perfecta. Pero decir que esta obra es un clon de Clash Royale sería una mentira enorme, amigos lectores. Castle Burn se acerca más a los títulos de estrategia convencionales de ordenador, aunque no reniega del medio en el que se encuentra.
Jugar a Castle Burn es mucho más sencillo que explicároslo con palabras. Pero vamos a intentarlo poco a poco. Si bien recolectaremos maná de forma tradicional, el juego nos permite crear recolectores en puntos estratégicos, y cambiantes en cada partida, del mapa para obtenerlo de manera más rápida. Este maná, o energía o como queráis llamarlo, nos servirá tanto para crear estos edificios como para obtener unidades. Y aquí viene otro punto curioso: no tendremos que crear un mazo predefinido con el que jugar. Dentro de cada partida podremos «invocar» estas cartas a nuestro juego, teniendo un límite de 6 por partida. Por tanto, solo tendremos que descubrir estas cartas previamente para poder jugarlas. Y como es norma en el medio, podremos subirles de nivel de manera tradicional.
Pero el sistema de juego con las cartas no se queda ahí, puesto que también tendremos varias categorías de unidades que podremos invocar si nuestra base se ha actualizado al invocar previamente un número determinado. Sí, sabemos que suena lioso, pero no lo es tanto. Además, tenemos un límite de invocación de unidades que irá determinado por la creación de barracones que también nos permitirán aumentar nuestro ratio de despliegue en el mapeado. Características que parecen sacadas del mismísimo Starcraft y que nos encanta encontrar en un juego de estas características.
Nos hemos quedado bastante enamorados de Castle Burn, ya que es un juego que demuestra que se pueden hacer cosas nuevas en géneros más que manidos. No deja de ser una mezcla de conceptos sacados de otros títulos, pero al menos intenta destacar entre la marabunta de juegos iguales. Además, también cuenta con un sistema de héroes para darle más personalización a nuestro equipo, distintos modos de juego para que no nos podamos aburrir y un apartado visual que es precioso a más no poder.
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