Existen varios videojuegos que simulan con mayor o menor acierto la experiencia de ser un hacker intentando atacar máquinas remotas mediante técnicas que para el ajeno casi resultan mágicas. Ahí están títulos como Uplink o Hacker Evolution, pero en el caso de este Hackers para dispositivos Android, la experiencia se adapta a los estándares de los juegos de estrategia con temporización para ofrecernos una adaptación bastante divertida de este mundo.

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El juego nos propone crear nuestra propia infraestructura de red y atacar las de los demás para obtener créditos con los que hacer más poderosas nuestras técnicas. Dichas estructuras, organizadas en nodos interconectados, hacen las veces de fortaleza a defender/atacar dependiendo de las circunstancias, siendo nuestro objetivo el de inyectar código malicioso capaz de acabar con los sistemas de protección del rival hasta infectar todos los elementos presentes.

Para conseguir nuestros propósitos tendremos que adquirir software malicioso con el que comenzar nuestro ataque a un rival, que solo podremos adquirir canjeándolo por B-coins, una suerte de Bitcoins de baratillo que podremos minar recurriendo a uno de los nodos de nuestro servidor, y que a su vez nos permitirá tanto mejorar cada uno de los «edificios» (hay que tirar de analogía para entendernos) como adquirir nuevo software para mejorar nuestras posibilidades de infección.

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El propósito de todo esto carece del yeso necesario para que muchos jugadores se enganchen, ya que no existe un hilo conductor de peso que nos lleve por el buen camino, y el que hay ejerce simplemente de tutorial para guiarnos en nuestra escalada de poder. Aquí la cosa va de atacar estructuras rivales accesibles desde un mapamundi que nos otorgarán tanto recursos para hacernos más fuertes como puntos de victoria que medirán nuestra capacidad dentro de juego, y que son el medidor utilizado en los rankings internacionales del juego, que mostrarán tanto a los jugadores como países más fuertes dentro del juego. Además hay que añadir los consabidos desafíos diarios y las compras in-app para acelerar el ritmo de juego, a día de hoy imprescindibles en el ámbito de los juegos Free-to-Play. A estas alturas no debería pillarnos por sorpresa.