Leer el correo electrónico es una de las actividades cotidianas en la que gastamos más tiempo en Internet, llegando hasta el punto de convertirlo en una nueva obsesión: Más del 56% de los usuarios de correo electrónico emplean, como mínimo, dos horas al día para administrar todos sus emails, y cerca del 38% recibe más de 100 correos en ese periodo de tiempo. Podemos caer fácilmente en el bucle de la infobesidad.

Enfadado ordenador

Según estos datos de la IMF Business School, las personas que padecen este mal se encuentran atrapadas en un proceso de leer, abrir y contestar emails que acaba desembocando un «caos de estrés y frustración», lo que impide gestionar el correo y nuestras tareas cotidianas con normalidad. Angustia y ansiedad ante el exceso de información son algunos de los síntomas enlazados, también, a esta obsesión.

Thierry Venin, investigador del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS), alerta de que «cuando muchos usuarios tienen un minuto libre van al buzón de correo para ver si hay algo nuevo». «Es como una adicción», ha afirmado.

Si eres de las personas que sufren una avalancha de correos electrónicos cada día y tiene que dedicar un gran tiempo de su vida a clasificar lo que interesa y lo que es desechable, te dejamos unos consejos para controlar el tiempo que invertimos y agilizar nuestra gestión de correo:

1. Tener dos direcciones de correo electrónico: una para la correspondencia privada, que sea difícil de adivinar para los spammer -por lo que hay que evitar las combinaciones de nombre y apellidos- y que no deberás publicar en recursos de libre acceso. La otra, una cuenta pública para cuando necesites registrarte en foros, suscribirte a promociones o cualquier páginas que sepas que siempre envían publicidad. Así no tendremos que mezclar el trabajo con el ocio y podremos dedicar diferentes momentos a cada faceta.

2. Controlar el tiempo que pasamos frente al correo: Existen varios programas capaces de registrar el tiempo que dedicamos delante del ordenador, e incluso dividir ese tiempo entre los diferentes programas que utilizamos. Programas gratuitos como True Time Tracker, Rachota o TimeStamp son algunas alternativas con las que, aunque no podremos freno a nuestra obsesión, al menos servirán para darnos cuenta de si estamos «enganchados».

3. Utiliza extensiones de navegador para recibir notificaciones: La bandeja de entrada puede provocar pesadillas si entramos en el círculo vicioso de estar permanentemente abriéndolo para ver si tenemos un nuevo mensaje de correo. Para no tener que estar anclados a ese repetitivo hábito siempre podemos recurrir a extensiones que nos avisarán puntualmente de si hemos recibido un correo aunque estemos haciendo otra cosa.

Si por ejemplo utilizamos Google Chrome, podemos utilizar Mail Checker Plus para tener un «chivato» en la barra de herramientas que nos dice los mensajes que tenemos sin leer en nuestras cuentas de GMail. Igualmente existen aplicaciones para cualquiera de los servicios de correo habituales, como Outlook Notifier. Si en cambio utilizamos Firefox, también existen herramientas análogas, como Gmail Manager u Outlook Button.

4. Tener un buen filtro anti-spam: Es más que recomendable que utilicemos un servicio de correo electrónico sólo con proveedores que ofrezcan una filtración anti-spam como Gmail. Aún así, si utilizas otro tipo de correo electrónico que no ofrece esta filtración y recurres a clientes de correo genéricos como Thunderbird u Outlook Express, tendremos que utilizar un software externo para que se encargue de descartar el correo basira, como SPAMfighter.

Descarga True Time Tracker en Uptodown | http://true-time-tracker.uptodown.com
Descarga Mail Checker en Uptodown | http://google-mail-checker.uptodown.com
Descarga SPAMFighter en Uptodown | http://spamfighter.uptodown.com

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