Desde la aparición de Napster, el fenómeno P2P ha ido evolucionando en diferentes formas. Todos conocemos Kazaa, eDonkey, AudioGalaxy, Emule, Bittorrent, Azureus o Ares; distintas formas de hacer lo mismo, compartir nuestros archivos con los demás. Podríamos decir que Omemo hace lo mismo, pero no es así.

Entonces, ¿Omemo no es P2P? Ese es el punto: Omemo es P2P en su estado puro. Para dar o no razones a esta afirmación, lo primero es conocer qué es Omemo. Su creador lo presenta como un gran disco duro global virtual donde poder almacenar cualquier archivo. El único requisito: compartir una porción de tu disco duro. Ojo, no estamos hablando de compartir archivos, sino espacio.

Según esa definición, queda un poco abierta la idea de clasificarlo en aplicación P2P o no. Pero es que Omemo va enfocado a que sus usuarios compartan archivos y, aunque tu porción de disco compartida esté vacía, estás compartiendo archivos en segundo plano. Ésto se explica por el funcionamiento real de Omemo.

Cuando almacenamos cualquier archivo en el disco duro virtual, una copia de ese archivo se divide en pequeñas partes y es enviado a la porción de disco duro compartida de otros usuarios, de esta forma cada usuario pone su granito de arena para compartir ese archivo y se aumenta sobremanera la velocidad de descarga del archivo, llegando a compararse incluso con la de una transferencia FTP.

Muchos han dudado de la fiabilidad de este método, ya que deja la puerta abierta al almacenamiento de archivos que puedan ser maliciosos o erróneos, los mismos problemas que nos encontrábamos en los otros programas P2P. Sin embargo, Omemo presenta algo novedoso en este aspecto. Es una aplicación social. Todo lo que ocurra en Omemo es fruto de la actividad de sus usuarios. Cada fichero alojado en el disco duro virtual poseerá una valoración dada por los usuarios que hayan descargado y probado el archivo. Esto significa que si se encuentra algún archivo sospechoso, será fácil identificarlo, y dar parte de ello e incluso borrarlo directamente.

Otra de las ventajas de Omemo es que es totalmente anónimo. De momento, no se conoce la manera de saber quién subió qué archivo ni obtener información alguna de la actividad de un usuario de Omemo.

¿Y cómo se descargan archivos? Hay dos maneras de hacerlo. Omemo incluye un buscador integrado para realizar búsquedas en todo el disco duro virtual. La otra forma es navegando a través del sistema de carpetas que incluye, fruto de los cambios que vayan haciendo los usuarios en la estructura del disco.

Para conseguirlo, puedes ir directamente a su ficha de descarga en Uptodown y hacerlo gratuitamente. Es código abierto y está en español. ¿Se puede perdir más?

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