La sencillez que destilan todos los títulos de Ketchapp es algo a valorar y que muchas veces se minusvalora: pensar que un juego es simple no equivale a que el juego no pueda ser un gran título. Esta compañía ha recogido la esencia con la que las recreativas fueran creadas y lo ha llevado al mundo de los smartphone. Space Frontier es lo último que han lanzado y probablemente es uno de sus mejores títulos en mucho tiempo, un adictivo juego en el que deberemos llegar lo más lejos posible en el cielo con nuestro cohete espacial.
Estamos acostumbrados a que muchos videojuegos que distribuye Ketchapp se lancen para aprovechar el último meme aparecido y aunque estas propuestas son siempre divertidas y con enganche, cuando más brillan es cuando realizan videojuegos alejados del último foco de popularidad y realizan lo que mejor saben hacer: convertir una mecánica ultra simple en un juego del que no podemos despegarnos. Tal como pasó con su última joya, Rider, también pasa con este Space Frontier.
Ya hemos comentado que nuestro objetivo pasa por llegar lo más lejos posible con un cohete, pero a diferencia de otros juegos de Ketchapp donde el límite es nuestra pericia, en Space Frontier siempre llegaremos a un final puesto que cada cohete tiene unas partes finitas. Nos tocará lanzar el cohete al espacio y a base de toques en la pantalla en el momento preciso tendremos que ir desprendiéndonos de las partes sobrantes del cohete para llegar lo más alto posible. El timing es fundamental para que apuremos lo máximo posible sin que nuestro propulsor toque la parte que se va a desprender. Si lo hacemos en el tiempo correcto, tomaremos impulso para llegar más lejos. En caso contrario nos tocará vivir una bella explosión de nuestra nave.
El tocar la pantalla en el momento preciso ya es estimulo suficiente para que intentemos superarnos a nosotros mismos, pero este Space Frontier además cuenta con las típicas skins de cohetes cortesía de Ketchapp a las que podremos acceder si gastamos monedas y también la posibilidad de incrementar el número de partes de nuestro cohete. Cada añadido que construyamos en el cohete hará que la siguiente parte nos cueste el doble, pero así podremos ir llegando cada vez más lejos en el firmamento. Un agregado de lo más interesante que acerca este título a lo visto en la mayoría de juegos incrementales.
Space Frontier es una joya que no hay que perderse. Un título más de Ketchapp que hay que jugar sí o sí, como bien demuestran las estadísticas que lo sitúan como uno de los juegos gratuitos más descargados de smartphones en la última semana. Y ojo a las distintas personalizaciones que podemos desbloquear en nuestro cohete, que muchas de ellas cuentan con sonidos propios que le añaden algo de vidilla al videojuego.
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