Cuando apareció la primera versión de Ubuntu, denominada Warty Warhog, pocos podían adivinar lo que sucedería cinco años después.
Ubuntu ha conseguido lo que muy pocas distribuciones o ninguna había logrado antes. Pocas distribuciones pueden presumir de ser usadas por 100 millones de personas y más de 7000 empresas. ¿Su secreto? Hacer que usar Linux fuera más fácil que nunca para todo tipo de usuarios.
Una de las razones por las que muchos usuarios eran reacios a utilizar Linux era la complejidad del manejo del mismo en comparación con el sistema operativo más usado, Windows. Sin embargo, las diferencias han ido desapareciendo poco a poco, siendo Ubuntu una de las distribuciones que más se han esforzado por mejorar el manejo del sistema operativo.
Otro de los motivos por los que Ubuntu hoy día es una de las distribuciones GNU/Linux más usadas es su condición de software libre, lo que le ayuda a beneficiarse de las mejoras aportadas por la comunidad y viceversa. Además, su comunidad de usuarios es una de las más participativas e implicadas a la hora de expandir el uso de Linux.
Otro pilar básico del éxito de Ubuntu es Canonical, la empresa fundada por Mark Shuttleworth para hacer que Ubuntu creciera y fuera, a la misma vez, respetada y sostenida en un escenario poco favorable para la entrada en escena de Linux en un territorio dominado por Windows y, en menor medida, Mac OS X.
¿Cuál es el futuro de Ubuntu? En realidad es algo que nadie sabe aún. Lo que sí es cierto es que su uso se está extendiendo de forma directa y indirecta a través de usuarios de escritorio e instituciones que quieren beneficiarse de las ventajas del software libre, lo que asegura un desarrollo continuado y ajustado a las necesidades de quienes lo demandan.
Fecitaciones por los cinco años sigan trabajando adelante