Buzz, Singstar, Just Dance… las consolas de videojuegos tradicionales dejaron un interesante legado en cuanto a los llamados ‘juegos de fiesta’ se refiere en forma de entretenimientos multitudinarios interactivos. El problema con las restricciones de hardware a la hora de disfrutar de un producto así nos obligaba adquirir consola y periféricos para poder utilizarlos pero, ¿quién no tiene un smartphone? Eso mismo ha tenido que plantear Google con su Chromecast al haber anunciado la primera oleada de videojuegos comerciales que hacen uso del dispositivo de reproducción remota. Ya sea adivinar películas o bailar imitando conocidas coreografías, podríamos estar ante la nueva generación de ‘party games’.
Cuando Chromecast fue presentado en julio de 2013, todavía no sabíamos por dónde iban a ir los tiros más allá de permitir la reproducción de contenidos vía streaming en el televisor del salón. De hecho, hasta febrero de 2014 no se liberó públicamente el SDK para que terceros pudieran aprovecharse de las funcionalidades del pequeño aparato en sus apps. Algunos meses después vemos cómo la familia empieza a crecer, y de usarse exclusivamente con Chrome, Google Play Music y YouTube pasamos a decenas de aplicaciones de diverso propósito que permiten lanzar sus contenidos en pantallas externas. Pero lo mejor, tal y como anuncian en el blog oficial de Google, es la llegada de videojuegos por Chromecast.
Aunque ya estaban disponibles casi medio centenar de juegos amateur, ya tenemos títulos comerciales que llevan la idea más allá. Un caso interesante, Emoji Party for Chromecast nos propone adivinar películas a partir de emojis, con el aliciente de que las partidas se realizan enfrentando hasta 8 participantes entre sí, de forma que cada usuario escribe la respuesta en su smartphone y la pantalla de televisión en la que tenemos conectado Chromecast mostrará los resultados comunes a todos.
Pero todavía se puede dar un paso más allá (literalmente). Todos sabemos de qué va Just Dance, el videojuego de baile de Ubisoft que ha tenido ediciones para casi todas las consolas de sobremesa de los últimos tiempos. En este caso no hay una cámara de por medio que evalúe si nuestros pasos de baile son correctos, ya que de eso se encargará el acelerómetro de nuestro smartphone, ya que tendremos que sostenerlo en la mano mientras jugamos para que detecte la dirección en la que estamos realizando los movimientos.
Las dos aplicaciones mencionadas son completamente gratuitas, aunque ya sabemos cómo funciona el modelo de negocio de los juegos de Ubisoft, por lo que si queremos más canciones, habrá que pasar por caja. Más allá de estos, Hasbro ha lanzado varias adaptaciones de pago de juegos de sobremesa como son Scrabble, Monopoly, Simon o Conecta 4, además de la curiosa propuesta de Google, el llamado Big Web Quiz, que nos propone ser los más rápidos en documentarnos utilizando el buscador para encontrar la solución a las preguntas que nos proponen.
¿Quedarán estas propuestas como una funcionalidad testimonial o por fin se le dará el empujón necesario a los videojuegos sociales de este tipo? Ya hace unos cuantos años que muchas Smart TV ofrecen juegos interactivos, y dado que las consolas de sobremesa están perdiendo fuelle en este ámbito al haber explotado la burbuja del periférico con tanto Kinect, Playstation Move y demás zarandajas, parece lógico que los smartphones, como dispositivo más generalizado, sea el centro de la experiencia. Chromecast es simplemente un intermediario temporal que además resulta ser muy barato. Cuando la interacción entre nuestros teléfonos y televisores sea el estándar, veremos a dónde nos lleva todo esto.