Un nuevo título de estrategia ha hecho su aparición en Android y lleva como nombre Firstborn: Kingdom Come, un videojuego que probablemente pasaría desapercibido si nos basásemos únicamente en su componente de gestión de recursos, pero que cuenta con un espectacular modo de batalla en tres dimensiones que lo hace destacar de entre el resto.
Sería complicado que hablásemos de un juego como Firstborn: Kingdom Come si nos quedásemos en sus primeros compases como juego. Un extenso tutorial nos mandará a construir edificios, actualizarlos, crear unidades… Lo que ya hemos visto mil veces más en otros juegos del palo. Lo que pasa es que los desarrolladores de Firstborn: Kingdom Come no han querido sumarse a la desidia colectiva y han insuflado de vida a este MMO de estrategia de un modo de lo más interesante: con combates multitudinarios a lo Total War.
Pararnos demasiado a hablar del modo de estrategia de gestión sería perder el tiempo, ya que cuenta con los elementos típicos del género: tenemos que evolucionar nuestra ciudad, levantar defensas, unirnos a clanes, derrotas unidades del mapeado para obtener más recursos y equipamiento… Así que vamos al factor diferencial: las batalla en tres dimensiones. Aunque se nos cuente la historia del juego con pequeños diálogos pre-combate con la típica narrativa del bien contra el mal, lo importante llega cuando nos desplazamos al campo de batalla.
Esas unidades que hemos entrenado serán dispuestas en formación, junto a uno de los tantos héroes que hay disponibles en el juego. Se utiliza las típicas reglas de piedra-papel-tijera para establecer los pros y contras de nuestros arqueros, caballeros y guerreros a pie. Una vez hayamos elegido donde queremos formar a nuestros hombres, se iniciará una batalla en tiempo real donde también podremos participar en base a invocar hechizos o unidades que decanten la batalla a nuestro terreno. Y toca alabar este aspecto puesto que no solo es que cuente con espectaculares gráficos, sino porque los combates son bien divertidos y con bastantes posibilidades.
Firstborn: Kingdom Come añade sabor a un género que parece no querer evolucionar y esto es digno de aplaudir. No sabemos si este nuevo MMO triunfará o no, pero al menos es un videojuego que podemos recomendar bien alto y que nos va a hacer pasar muy buenos ratos junto a sus batallas tridimensionales.
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