El paradigma del videojuego tradicional basa su existencia en proponer desafíos que deben ser superados y, de paso, entretenerse durante el proceso. ¿Pero qué pasa cuando eliminamos el primer elemento de esa ecuación y nos centramos tan solo en el hecho de divertirnos y experimentar sin una finalidad concreta? Fundamentalmente, y si se plantea la obra desde el prima adecuado, podemos construir auténticos juguetes virtuales sin necesidad de ‘gamificar’ ningún proceso. Toca Boca es un estudio centrado en esa idea, y la finalidad de sus apps puede comprenderse gracias a Toca Kitchen 2, su último ‘juego’ infantil gratuito para Android.

Enfrentar a un niño a la consecución de objetivos es una de las bases para fomentar su capacidad de resolución y disciplina para solventar problemas, pero a ciertas edades no hay que insuflar esta idea en todas las actividades lúdicas que realice. Jugar por jugar sin finalidad alguna más allá de fomentar la imaginación. Es complicado discernir entre videojuegos y «entretenimiento digital» y de hecho puede resultar abrumador el intentar definir ambos conceptos, pero lo cierto es que tal y como demuestran los productos de la mencionada desarrolladora, existen muchos títulos con este enfoque.

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Toca Kitchen va de cocinar y alimentar a un simpático comensal con nuestras aptitudes culinarias. Podremos coger del frigorífico alimentos y cocinarlos a nuestro antojo: freirlos, cortarlos en rodajas, hacer zumos o pasar por la sartén. Todo ello empaquetado en un aspecto visual encantador y un sistema de control táctil intuitivo y ‘agradecido’ en cuanto a los gestos que realizamos y el efecto que conseguimos. Eso sí, más allá de observar los gestos de aprobación (o asco) de nuestro invitado mientras come, no existe ningún objetivo o finalidad más allá de ser creativos con nuestros platos. Evidentemente un adulto desechará la app a los pocos minutos, pero un niño encontrará aquí su cocinita de juguete particular. Sin publicidad, sin ads integrados, sin compras in-game. No va de eso.

Recientemente acaba de lanzarse para Android la segunda parte de este simulador liviano de cocinitas, siendo ésta y su antecesora las dos únicas apps que son gratuitas. El resto de su catálogo es de pago (¡y bien que lo valen!) y ofrece experiencias similares que van desde un salón de peluquería hasta un simulador contemplativo de vida salvaje. Aún así, existen muchas otras propuestas con esa idea en mente. Está claro que el modo libre de Minecraft bebe indudable de esta idea, ya que sacando de la ecuación cualquier desafío de supervivencia, solo resta la creatividad. Ya está muy trillado aquello de que el juego de Mojang es un Lego virtual, pero la definición no puede ser más precisa, amén de que están más que comprobados los beneficios de que los niños jueguen y construyan sus propios mundos.

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Los llamados ‘godgames’ son un interesante subgénero de los llamados sandboxes cuyo desarrollo también se rige por un carácter libre y centrado en la creatividad. Aunque visualmente no tan agradecido, The Sandbox es un interesante juego de experimentación en el que podemos modificar el terreno a nuestro antojo y ver cómo diferentes elementos naturales interactúan entre sí. Quizás la edad recomendada sea mayor que la propuesta por los títulos de Toca Boca, pero se mantiene en esa línea.