Cómo entender Snapchat si tienes más de 30 años

Tu abuelo no entendía el rock&roll, tu padre no entiende los memes y tú no entiendes Snapchat. Es el ciclo generacional de incompatibilidades socioculturales que te ha tocado vivir. Con más de 150 millones de usuarios al día y más de 500 millnes de instalaciones en total, el imposible híbrido entre red social y app de mensajería efímera es utilizado por miles de jóvenes para comunicarse y estar al día de las publicaciones de marcas y celebridades que se han sumado a lo largo de estos años. Va a ser difícil, posiblemente derrames lágrimas intentando dilucidar sus misterios, pero vamos a intentar explicar en qué consiste Snapchat para ti, «joven» de trentaytantos.

Nada es para siempre, ni los mensajes

Los adultos somos cuadricularos y tendemos a catalogarlo todo. Hemos vivido hasta el día de hoy guardando conversaciones de MSN Messenger en documentos de texto y espiado furtiva y metódicamente las publicaciones de otros perfiles de Facebook, por lo que toparnos con una herramienta que no guarda nada nos parece un shock. Snapchat no tiene muros, ni almacena historiales de actividad. Todo se basa en un principio: enviar contenido, consumirlo y verlo desaparecer para siempre de nuestras vidas. De hecho, ese es su principal atractivo. A ciertas edades se viven tiempos muy locos. Disfrutar del momento y todo eso casa perfectamente con una herramienta en la que al día siguiente ya no vamos a saber nada de esa conversación que tuvimos a las cuatro de la mañana con nuestr@ ex-novi@.

Esta exclusividad hace que el receptor de un mensaje se sienta único y especial. De hecho, cuando publicamos un mensaje podemos elegir si mandarlo específicamente a una persona o hacerlo públicamente a todos nuestros seguidores como el que tira una moneda al lago. Ni sabemos quién lo va a ver realmente ni nos interesa. Esto, para un famoso con miles de seguidores o una marca conocida como McDonalds genera un vínculo con el fan/consumidor dificilmente entendible con alguien que compra six packs de papilla de frutas en vez de cervezas.

Cómo navegar por Snapchat

Para crearnos una cuenta tan solo tendremos que introducir un correo y nickname a nuestro antojo, aunque posteriormente podremos asociar también nuestro número de teléfono para agregar a nuestros contactos que utilicen también la app. Una vez accedamos estaremos frente a una suerte de página de perfil donde podremos asignarnos una imagen o pequeña animación a modo de avatar. Y hasta aquí todo lo que podemos personalizar; tampoco es que vayamos a necesitar mucho más.

Desde el menú principal podremos acceder a los ajustes pinchando en el engranaje, a nuestra lista de logros dándole al trofeo, al snapcógido (más adelante lo explicamos, pero es una de las diversas formas de agregar contactos), a nuestra lista de amigos, al menú para agregar nuevos y a un registro con los últimos usuarios que nos han añadido. Hasta ahí todo correcto. Pero si hacemos swipe hacia abajo nos toparemos con la cámara, y si desde ahí hacemos lo propio en otras direcciones acabaremos en otras tantas secciones de la aplicación tal y como muestra el siguiente esquema. De momento echemos el freno, que no todos los maduritos sexys de mediana edad pueden seguir este ritmo.

Cómo agregar contactos a Snapchat

Existen varias formas para agregar contactos. Hay que tener en cuenta que las relaciones no bidireccionales como Facebook, sino en un solo sentido al estilo Twitter, por lo que podrán ver nuestro contenido publicado aunque nosotros no sigamos a la persona en cuestión y al revés. En cuanto a los métodos para ello, existen varios, y podremos acceder tanto desde la opción correspondiente de nuestra página principal como desde el apartado Historias haciendo swipe descendente si es la primera vez que llegamos allí. En resumen:

• Añadir por nombre de usuario: Lo de toda la vida, tan clásico que parece que está todo roto. Escribes el nickname que la persona se ha puesto y aparecerá un aspa para añadirlo. Eso sí, debe ser el nombre exacto que se haya puesto, no el correo o el nombre de pila.
• Añadir desde Contactos: La forma más cómoda de añadir a gente si no sabemos su número es introducir nuestro número de teléfono para que se cruce dicha información con la de nuestra libreta de contactos. Nos aparecerán todos aquellos que tengan Snapchat y que también hayan introucido su número, claro.
• Añadir por Snapcódigo: Una forma totalmente orientada a las marcas. Permite escanear un código visual en cualquier foto almacenada en nuestro dispositivo. Estás en un Taco Bell, le haces una foto a un cartel promocional y listo. Igualmente, tu propio avatar (y su recuadro amarillo con puntos) es tu propio Snapcódigo, por o que nada impide que lo compartas o captures el de otra persona para añad
• Añadir a alguien cercano: Una pequeña ayuda. Si dos personas están dentro de este apartado y se encuentran relativamente cerca aparecerán como visibles y se podrán agregar mutuamente. Que la adolescencia no está para escribir COSAS, hombre.

Cómo y a quién enviar fotos y vídeos

No es baladí el hecho de que la cámara sea el centro de la aplicación desde donde se ramifican el resto de secciones, aunque su funcionamiento está tan vagamente explicado como el resto. Si pulsamos sobre el círculo inferior una vez realizaremos una fotografía, pero si lo dejamos pulsado podremos grabar un vídeo de hasta 10 segundos. Pero ahí no acaba la cosa, ya que si tocamos con el dedo nuestra cara (o la de cualquiera que aparezca en la imagen), podremos aplicar un montón de efectos en tiempo real que les resultarán familiares a los que hayan probado la app de MSQRD. Por no hablar de los stickers y filtros post-procesado que pueden añadirse posteriormente.

Teniendo dicho material en mano podremos elegir el destinatario, ya sea uno o varios contactos específicos o mandarlo como historia (¡todo a su tiempo!). En el primer caso, hay que tener en cuenta que el contenido de la imagen desaparecerá a los pocos segundos de que el interlocutor visione la foto o vídeo en cuestión, y si somos lo suficientemente avispados como para hacer una captura de pantalla, hay que tener en cuenta que la otra persona recibirá un aviso de ello. Así que cuidado con lo que enseñas y a quién se lo enseñas. Ya nos entendemos.

En el caso de las llamadas historias, el contenido es algo menos efímero, ya que podrá ser visto por los usuarios durante las 24 horas posteriores a la publicación. Esto es lo más parecido a un muro que vamos a encontrar, y donde podremos encadenar varios envíos para convertirlos en una suerte de diapositivas contando lo que nos apetezca. Este método proporciona algo de manga ancha a las marcas para promocionarse utilizando todos los recursos mencionados hasta ahora, y que permiten a cualquier gran empresa ponerse un gorro de lana como el Sr. Burns y mezclarse con la chavalada.

Snapchat y su uso con las grandes marcas

Este ha sido uno de los últimos pasos dados por Snapchat. Por un lado están los partners, medios de comunicacion asociados mediante un programa especial que disponen de canales de distribución de historias en los que añaden todo tipo de vídeos de alta calidad con bastante postproducción detrás y que ejercen de una vía de comunicación como cualquier otra.

Pero donde realmente está la chicha del asunto es en la promoción pura y dura. En los últimos años se han sumado un montón de marcas, ya sea el mencionado McDonalds con anuncios y promociones de mostrador exclusivas que no se anuncian en ninguna otra parte o teasers con series de estreno de canales como HBO, por decir algo. Netflix, NIKE, Disney, Apple, Coca-Cola o la mismísima Casa Blanca son algunos de los muchos que se han sumado a esta vía barata y rentable. Aquí van un par de listas para ir empezando (celebridades y marcas).

Ahora te toca a ti, querido/a adulto con preocupaciones, decidir si esta disparatada red puede a portar algo a una vida gris y anodina. Por intentarlo…