El servicio Steam acaba de lanzar una nueva funcionalidad que ampliará más si cabe flexibilidad de la plataforma a la hora de jugar a videojuegos cómodamente. In-Home Streaming permite interconectar dos equipos de forma que, si iniciamos sesión en ambos con nuestros credenciales de Steam, podremos jugar con los títulos de nuestro catálogo a distancia utilizando un equipo remoto como servidor y sin la necesidad de tenerlo instalado en ambas máquinas.

¿Cómo funciona la conexión remota?

Para que dos equipos se asocien y permitan esta posibilidad, tan solo tendremos que tener instalado Steam en ambos y haber iniciado sesión con nuestra cuenta. El único requisito a tener en cuenta es que el ordenador que ejerza de servidor tendrá que correr bajo Windows. Éste será el que corra los juegos y enviará la emisión del streaming, por lo que será necesario instalar los juegos en él.

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En cambio, el equipo remoto hará de esclavo y su gestión será mucho más flexible, de forma que podremos utilizarlo independientemente del sistema operativo que tengamos instalado, ya sea Windows, Mac OS X o cualquier distribución de Linux compatible con el cliente de Steam. No tendremos que instalar los juegos en este equipo, y cuando accedamos al catálogo veremos que podemos ejecutar los que contiene la máquina remota. La única diferencia es que en vez de poner ‘Jugar‘ en el botón de inicio, estará marcado como ‘Retransmitir‘.

Dependiendo de la naturaleza de cada juego, será necesario arrancar primero el juego en la máquina servidor y posteriormente conectarnos a su emisión del remoto, aunque en la mayoría de casos no será necesario y directamente se ejecutará a distancia. De hecho, desde el equipo cliente es posible realizar cualquier acción dentro de Steam y los cambios realizados serán efectivos en ambas máquinas, ya sea instalar o desinstalar juegos, comprarlos o modificar algún parámetro de configuración.

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Podremos controlar el juego utilizando tanto los periféricos de la máquina original como los de la remota, de forma que las instrucciones de entrada se envían al equipo servidor al mismo tiempo que éste emite el streaming a partir de los movimientos realizados. La gracia del proceso es que el retardo es mínimo.

¿Qué utilidad tiene?

¡La que se nos ocurra! La flexibilidad a la hora de conectar máquinas de distinta naturaleza hacen que podamos adaptar el servicio In-Home streaming a nuestras propias necesidades. Una de las más obvias es la de disponer de una consola de salón low-cost. Imaginemos que tenemos nuestro PC de sobremesa en una habitación pero queremos disfrutar de nuestro catálogo en la televisión del salón. Con un PC de gama media-baja podemos recibir la emisión del juego en cuestión y reproducirlo en la TV conectándolo mediante un cable VGA o HDMI.

O mejor aún, jugar en equipos con Linux o Mac OS X a videojuegos que solo están disponibles en Windows y resulta muy complicado virtualizarlos en otros sistemas operativos. De hecho, hemos hecho varias pruebas para comprobar el funcionamiento de In-Home Straming: en el caso más extremo, hemos utilizado un ordenador de sobre mesa de gama media-alta como cliente y un Netbook de 2008 corriendo Steam sobre la distribución Lubuntu. El resultado tras ejecutar Skyrim y realizar el streaming mediante una red WiFi no podía ser más sorprendente.

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Teniendo en cuenta las pobres especificaciones del netbook y el hecho de que la conexión no se realizaba por cable, la velocidad de respuesta entre una máquina y otra es prácticamente 1:1. Steam gestiona automáticamente el ancho de banda disponible adaptando la calidad de la emisión, por lo que en la mayoría de casos podíamos leer los mensajes slow decode / slow capture en la parte inferior izquierda de la pantalla, y cada pocos segundos la introducción de comandos en el gamepad se volvía un poco loca, ¡pero estamos hablando del peor caso posible que nos podemos encontrar!

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El streaming también dependerá de cómo gestiona los protocolos de red el propio juego. Así, utilizando un sobremesa y un portátil de gama media, los resultados pueden ser muy variables: Serious Sam 3 tiene muchos problemas de sincronización y control, mientras que con Spelunky es prácticamente imposible distinguir entre un renderizado en tiempo real y una emisión remota.

Pero demos un paso más allá. Ya hemos visto anteriormente que es posible ejecutar desde Steam cualquier aplicación externa, sea un videojuego o no. De hecho, hemos probado a ejecutar Diablo III desde Steam, por lo que además de la plataforma de Valve, también se carga Battle.Net y sus propios protocolos de red, amén del constante tráfico de datos saliente del propio juego. Aún con todo esto es posible jugar sin problemas.

Evidentemente, en pocos casos se va a conseguir una emisión limpia a 1080p y 60FPS a no ser que ambos equipos sean potentes y la red de conexión esté completamente libre, pero como hemos visto, casi cualquier combinación de máquinas permite tener una experiencia de juego de calidad vía streaming, algo que pocas propuestas en su campo han logrado aún con toda esta explosión del juego en la nube.

3 COMENTARIOS

  1. Dos temas bastante bizarros:

    – Ya no es tan importante la plataforma, desde Ubuntu/Mac te juegas cualquier juego mientras tengas tu pequeño server windows.

    – Nada de quemar el portátil. Juegas desde cualquier sitio, HORAS, máximo nivel de calidad y calientas solo el equipo que está bien ventilado.

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