A principios de los años 60, cuando comenzó la carrera espacial, conseguir la potencia de procesamiento de la que disponemos hoy en día con un Smartphone hubiera supuesto ordenadores que ocuparían varias habitaciones. Gracias al nivel tecnológico actual, el Centro Espacial de Surrey y la compañía «Surrey Satellite Technology Limited» lanzará el satélite de construcción británica Strand-1 al espacio a finales de este mes, llevando un Nexus One de Google entre las piezas de su equipamiento, y que se espera tome total control del satélite en algún momento durante la misión de seis meses en la que se envía el cohete británico.
Uno de los ingenieros jefe del proyecto, el Doctor Chris Bridges, asegura que el terminal Nexus One no se ha modificado en ninguno de sus aspectos, y que será una prueba interesante sobre cómo funcionan en determinadas condiciones los aparatos electrónicos que usamos en nuestro día a día. No se ha despiezado el teléfono para integrarlo con el resto de aparatos electrónicos, sino que han mantenido el teléfono tal cual, conectándolo a un puerto USB de los sistemas del satélite, aunque sí se ha usado un software totalmente personalizado para las tareas que ejecutará.
Durante la primera parte de la misión, el teléfono solo funcionará como cámara de fotos para tomar imágenes de la Luna de manera similar a las anteriores experiencias con dispositivos Android en el espacio, y un ordenador de alta capacidad basado en Linux se encargará de controlar el satélite. Después de completar varias pruebas, por primera vez un Smartphone tomará el control total de un satélite espacial.
El Nexus del Strand-1 también lleva instaladas una serie de aplicaciones denominadas «para la ciencia y la investigación», entre las que se encuentra la aplicación «Scream in Space» de la Universidad de Cambridge en la que se muestran vídeos de gente gritando en referencia a la conocida fase promocional de la película Alien: «en el espacio, nadie puede oír tus gritos». Esperemos que ningún alienígena como aquellos pueda escucharlos.
