Los 8 mandamientos para optimizar el estado de tu equipo

Con el paso de los años y el uso continuado de cualquier equipo es normal que ya no sea tan robusto y estable como lo era al principio. Sin embargo, siempre es posible aplicar algunos consejos antes de que sea demasiado tarde con el fin de mantener y optimizar su rendimiento.

Estos son algunas de las recomendaciones que siempre debes seguir:

1. Instala un buen antivirus: Es quizá el paso más importante si tienes pensado conectarte a Internet, instalar aplicaciones de fabricante dudoso o trabajar con memorias extraibles, por sólo citar algunos ejemplos. Dos aconsejables opciones son Kaspersky Internet Security o Avast Home

2. Elimina todo el malware de tu equipo: Uno de los grandes peligros de navegar por Internet sin un buen antivirus es la inevitable invasión de todo tipo de virus y spywares. Para acabar con todos ellos, recomendamos dos aplicaciones: SuperAntiSpyware o Ad-Aware Free.

3. Desfragmenta el disco duro periódicamente: El proceso de desfragmentación es bastante recomendable en aquellos discos duros que suelen cambiar muy a menudo, ya sea mediante la instalación y desinstalación frecuente de programas, la descarga masiva de archivos o el almacenamiento de ficheros importantes. Con este proceso, los archivos de tu disco duro se organizarán en áreas contiguas consiguiendo así una navegación entre ficheros más rapida. Puedes usar la herramienta que Windows incluye por defecto o una alternativa como Auslogics Disk Defrag

4. Elimina archivos temporales del disco duro: Estos archivos suelen permanecer en el equipo, por ejemplo, tras la instalación de algunas aplicaciones o al navegar por Internet, ocupando un espacio innecesario en el disco. La herramienta CCleaner es la más adecuada para acabar con todos ellos.

5. Determina qué programas se iniciarán con Windows: Es bastante común que la instalación de un programa determine automáticamente que la aplicación tenga que iniciarse automáticamente con cada sesión de Windows. Ésto provocará un inicio de sesión bastante más lento del habitual y un consumo de recursos innecesario ya que, posiblemente, no necesitemos usar la mayoría de esas aplicaciones activas. Puedes arreglarlo con la ayuda de Arrange Startup o Startup Booster

6. Optimiza el registro de Windows: La modificación del registro de Windows puede permitirnos acelerar un poco más algunas funciones del sistema o todo lo contrario si no realizamos unos buenos ajustes. Para aquellos usuarios menos acostumbrados a este tipo de tareas, existen aplicaciones que limpian el registro automáticamente tales como Wise Registry Cleaner o Free Registry Defrag

7. Desinstala todo aquello que no necesites: Al igual que los archivos temporales, es muy posible que después de cierto tiempo el equipo tenga algunas aplicaciones instaladas que lleven tiempo sin ser usadas, o ya hayan caducado si se tratan de versiones de prueba, que están ocupando un espacio vital en el disco duro. Windows incluye una herramienta por defecto para desinstalar programas pero, a veces, es necesario algo más completo como Total Uninstall o Revo Uninstaller.

8. Si no tienes demasiado tiempo, usa una suite de optimización automática: Muchos de los consejos anteriores pueden solucionarse directamente con una herramienta que nos permita mejorar el rendimiento del equipo, aumentar el espacio en disco y solucionar problemas. Quizá las dos opciones más recomendables son TuneUp Utilities o Norton Utilities.

Estos son sólo algunos de los consejos que considero más importantes aunque también se pueden aplicar otros como el mantenimiento del hardware, la actualización de los drivers del equipo o la deshabilitación de algunos servicios de Windows.

Si quieres, puedes compartir con nosotros qué es lo que también consideras primordial para tener un equipo en buen estado.