Cuando compré mi primer ordenador, tenía claro cuál iba a ser su uso principal. Incluso su propio nombre me lo decía de alguna manera: PC (Personal Computer). Se trataba de una manera de trabajar o de encontrar entretenimiento a través de la máquina. Con la llegada de internet, y a pesar de los muchos servicios que iban apareciendo (correo electrónico, chats, mensajería instantánea, foros, etc.), el uso que le daba a mi PC seguía siendo personal.
En los últimos meses, he podido observar como un nuevo fenómeno estaba surgiendo en internet, el fenómeno «social». Este «movimiento» propone internet como un medio por el cual compartir información con nuestros «contactos». Ésto ha desembocado en la creación de innumerables portales web sociales que abarcan multitud de servicios.
Últimamente, leyendo diferentes blogs y portales web, he notado que el fenómeno «social» tiene bastantes seguidores, de los cuales, no pocos lo defienden a capa y espada, cosa que me llamó la atención. Ésto me ha llevado a pensar que, quizá, las cosas están perdiendo un poco el sentido. Para ser claro, voy a poner un ejemplo:
Uno de los temas más discutidos en los blogs ha sido la comparación de Google Bookmarks con el veterano «Del.icio.us». Ambos son servicios de almacenamiento online de marcadores prácticamente iguales. La única diferencia es que Del.icio.us es un servicio web «social» y Google Bookmarks no lo es. Con Del.icio.us puedes dejar que los demás vean tus marcadores, y con Google Bookmarks no. Ésto ha generado gran número de críticas hacia Google Bookmarks, a las que incluso yo hice caso… hasta el día que decidí probarlo. Entonces pude comprobar como Google Bookmarks no tenía nada que envidiar a Del.icio.us. Yo quería un servicio de almacenamiento online de marcadores, y eso es lo que me ofrecía Google Bookmarks. Fue entonces cuando me di cuenta de que lo «social» no es determinante sobre el servicio en sí, ya que su uso esencial es totalmente personal y, sobre todo, para mí, privado.
Aún así, hay otros servicios web sociales que sí que muestran su utilidad, más allá de lo «social», como Youtube o Picasa Albums, con su servicio de almacenamiento de vídeos y de imágenes, respectivamente. En cambio, todavía estoy intentando asimilar qué ventajas me pueden ofrecer servicios como Twitter o Jaiku.