10 consejos para tener éxito en Twitter

Tener una cuenta de Twitter exitosa y reputada es mucho más fácil de lo que parece. Existen una serie de normas no escritas sobre el buen uso de cada red social, y la de los 140 caracteres, aún siendo una de las más simples de utilizar, es de las que puede reportar mejores resultados a la hora de potenciar nuestro contenido, ya sea como respaldo de nuestra página web o simplemente como amplificador para el contenido que queremos compartir con nuestros contactos. Aquí van diez consejos para hacer crecer nuestra cuenta de Twitter.

1. Publica contenido adaptado a tu público objetivo

Puede parecer una obviedad, pero como dice el refrán, quien mucho abarca poco aprieta. La clave del éxito en cualquier ámbito está en especializarse en temas concretos. Como todo, existen casos excepcionales, pero una de las mejores formas de tener seguidores fieles y afines es servir de «content curators» de segunda división para algún tema concreto.

Ya seamos expertos en asuntos tecnológicos, en el mundo del corazón o en hablar con humor de cosas mundanas, es mejor que al menos el 60% de nuestros tuiteos estén enfocado al tema en el que seamos fuertes. De nuestros hábitos y orientación depende el público que nos siga, por lo que somos directamente responsables del tipo de público que acabará siguiéndonos. Igualmente, si nos dispersamos demasiado y nuestro punto de partida no está definido, no brillaremos en ningún ámbito.

2. Sigue a los que beneficien tu expansión

No tiene sentido seguir a todo usuario que se nos ponga por delante, pues ello no asegura que recibamos respuesta activa por su parte. Twitter es una red exponencial, y cada nuevo seguidor es una posible rama de expansión, por lo que debemos pensar si merece la pena añadir a determinadas personas que si estas no nos van a reportar nada y ni siquiera nos interesa su contenido.

Seguir a una cuenta oficial de envergadura tendrá normalmente menos valor que si mantenemos el contacto con otro usuario afín a nuestros gustos, pues probablemente este último acabe retuiteando nuestras publicaciones e iniciará una reacción en cadena que cualquier gran cuenta unidireccional jamás nos proporcionará. Más vale un tuitero humilde y cercano que uno enorme e inaccesible.

3. Publica a horas concretas

El uso en redes sociales tiene sus horas fuertes. No es lo mismo realizar una publicación a primera hora de la mañana que a medianoche, por lo que si nos acostumbramos a dar preferencia a nuestra actividad en determinados momentos, nuestro contenido tendrá mucha más visibilidad que a largo plazo nos beneficiará.

Estudios de actividad confirman que hay ciertas horas con mayor tráfico, concentrándose la mayor franja de actividad entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde, y siendo los momentos de menor actividad la madrugada (evidentemente) y los fines de semana. Si realizamos nuestras publicaciones en dichas franjas horarias, habrá más posibilidades de que, además de ser más leídos, nuestros seguidores interactúen con nosotros al leer lo publicado en el momento y no posteriormente.

Fuente: Bitly Blog

4. Sé constante

Como todo en esta vida, hay que ser constante para alcanzar nuestras metas. Del mismo modo que resulta beneficioso tuitear a horas concretas, es interesante mantener unos hábitos de publicación similares a lo largo del tiempo.

Una cuenta que durante tres días publica una veintena de mensajes y luego se pasa tres semanas en silencio denota dejadez y oportunismo, provocando que perdamos los seguidores que durante los días de actividad hemos recavado, por lo que a la larga nos quedaremos igual.

5. Utiliza una información de perfil clara

No hay que ser demasiado críptico a la hora de plasmar nuestra información digital, por lo que como si de una tarjeta de presentación se tratase, nuestro perfil de usuario y nuestro avatar serán el mejor saludo e incentivo para que se interesen por nosotros. Aunque no sea necesario, utilizar nuestra propia imagen como avatar suele tener mejores resultados que si utilizamos cualquier otra, del mismo modo que si especificamos a grandes rasgos de lo que hablamos en nuestra cuenta, la mitad del trabajo estará hecho a la hora de seducir a nuestros potenciales followers y explicarles qué es lo que ofrecemos.

6. Participa en las conversaciones

Cualquiera que haya estudiado algo relacionado con teorías de la comunicación sabrá un elemento fundamental en la interacción entre el emisor y el receptor es su bidireccionalidad. No tiene demasiada razón de ser el ir de «estrellitas de Twitter» por la vida, publicando mucho pero sin retuitear o responder el contenido de otros. Esta actitud enfría la posible relación y nos hace un ente inalcanzable y lejano en la red social, o lo que es lo mismo, nos hace menos interesantes.

Hay que sembrar para luego recoger, y siempre nos agradecerán la interacción con terceros. Hoy por ti y mañana por mi, y si hoy retuiteo este contenido interesante, tal vez mañana nos retuiteen a nosotros y vuelta a empezar. Reacción en cadena, no hay que olvidar esto.

7. Sé positivo

Dicen muchos expertos en marketing que la polémica es un recurso muy eficiente para generar interés. Denostar y criticar es un extendido deporte de masas hoy en día, pero huelga decir la negatividad que desprende una actitud así. El amarillismo, el avisar previamente a alguien para avisarle de que le vamos a unfollowear o el realizar menciones como quien no quiere la cosa de cuentas que no seguimos para que se enteren de que los estamos poniendo verdes no desprende buenas vibraciones, y todo esto lo detectan nuestros contactos. La vida ya es lo suficientemente injusta y cruel como para extrapolarlo a nuestro día a día en la red.

8. Equilibra seguidores y seguidos

¿A que os dan mala espina esas cuentas de Twitter que siguen a miles de personas pero tan solo tienen unas pocas decenas de seguidores? Pues poco más hay que decir al respecto. Una cuenta de Twitter con ese desequilibrio de usuarios denota lo evidente: que el susodicho seguro que no lee a todos los que sigue, del mismo modo que parece que su contenido no parece a priori interesante al tener tan pocos seguidores.

No es recomendable que la proporción entre seguidos y seguidores difiera más de un 20%. Igualmente, tampoco hay que seguir esa premisa del «sígueme y te sigo», ya que con esa idea por delante, transformamos personas en meros números, y sinceramente, a nadie le gusta servir de ganado para engordar cuentas.

9. Utiliza un cliente que se adapte a tus necesidades

El cliente oficial de Twitter, ya sea en su versión de escritorio o smartphone, cumple con todas las funciones necesarias para gestionar nuestra cuenta, pero llegará un punto en el que se nos quede pequeño, sobre todo si gestionamos varias cuentas a la vez o tenemos un número demasiado grande de contactos.

En el blog ya hemos hablado anteriormente de otros interesantes clientes como Tweetdeck, así como algunos consejos para aprovechar sus herramientas. Además, el uso de la red social a través de nuestro smartphone es el pan de cada día, y el abanico de aplicaciones para su gestión es casi mayor que el de los clientes de escritorio.

10. Sé tú mismo

Al final, una red social no es más que el reflejo de nuestra forma de ser y una vía de escape para compartir nuestras vivencias e inquietudes con los demás con una dimensión mayor que la que nos permite el día a día. Aunque la privacidad y el anonimato inherente a Internet puede resultar tentador a la hora de crearnos una «identidad ficticia», la naturalidad y la autenticidad son las mejores armas para generar interés en la red.

No es cuestión de tener don de gentes, ni de analizar concienzudamente cada una de las publicaciones que realizamos pensando en nuestro éxito. Hay que ser natural y utilizar Twitter como mejor nos venga. A mucha gente no le seduce esta red social porque no sabe cómo trabajar con ella. Efectivamente, Twitter es tan solo una herramienta social, y de nosotros mismos depende el uso que le demos y el provecho que le saquemos, ya sea lúdico o profesional.