20 años de Gimp, el patito feo de los editores de imágenes

El drama es el siguiente: quieres utilizar software libre para no sentirte culpable al piratear el software que utilizas a diario. Si bien has conseguido dar el salto abandonando tu suite ofimática de siempre para pasarte a LibreOffice, lo cierto es que con el editor de imágenes la cosa cambia. Instalas Gimp, ves que es distinto a tu Photoshop de siempre y lo desinstalas. Craso error. Acaban de cumplirse 20 años desde el nacimiento de Gimp, el editor de imágenes libre por antonomasia, y esta es una declaración de amor hacia un programa despreciado injustamente por muchos.

¿Por qué asusta Gimp?

Básicamente, porque no se parece a lo que normalmente usas. Las distribuciones de Linux que más se han extendido en los últimos años son las que han querido asemejarse más a Windows, tal y como demuestran los sempiternos Ubuntu o Linux Mint. Hay que adaptar mucho la curva de aprendizaje y hacerla lo más suave posible si se quiere intentar sacar a los usuarios del redil de los usuarios de Microsoft. Por eso, alguien que provenga de su eterno Photoshop CS5 parcheadito fruncirá el ceño al ver el entorno de ventanas modulares que Gimp ofrece por defeto. No hay que asustarse, nos vamos al apartado Ventanas del menú superior y marcamos la opción Modo de ventana única todo resultará más familiar, ¿verdad?

Un vistazo rápido nos aclara bastante las cosas, a la izquierda están las herramientas y el menú contextual de la que elijamos, a la derecha el espacio para ubicar las capas y justo debajo de eso la selección de pinceles, y en el centro la imagen en cuestión. A ver, CTRL+A selecciono todo, CTRL+C copio la selección, CTRL+V lo pego en otra parte… ¡pues de momento todo es muy parecido!

Modular y expandible

Gimp nació como un proyecto de Peter Mattis y Spencer Kimball, dos estudiantes universitarios que con los años fueron recibiendo el apoyo de muchos usuarios que de forma altruista colaboraron en su desarrollo. Al no tener una perspectiva comercial y convertirse en un proyecto colaborativo con licencia GNU, tal vez no se pensó demasiado en su usabilidad y capacidad para codearse con los máximos exponentes del circuito comercial. Esto cambió hace unos años tal y como explican en su blog oficial gracias a la colaboración de un experto en interfaces de usuario que puso a punto todo para que fuera más asequible.

Cada nueva versión (ya estamos en la 2.8.16) refina más las características e integra nuevas funciones que anteriormente debían instalarse en forma de plugins. Desde pinceles imprescindibles como el tampón o el difuminado hasta un completo abanico de formatos de lectura y exportación, incluidos los nativos de terceros como el extendido sistema de capas PSD de Photoshop, amén de una enorme lista de filtros, herramietnas de retoque y ajuste de imagen y modos de transformación para selecciones. Enumerando y viendo su ubicación, queda claro que Adobe ha sido el referente para muchas cosas precisamente por lo comentado anteriormente, hacer asequible el cambio para todo el mundo.

El futuro

A día de hoy Gimp está disponible tanto en Linux como en Windows y Mac OS X, y la mencionada última versión lanzada incluye arreglos en el sistema de guardado de los archivos XFC (el nativo de guardado), mejoras de compatibilidad en OSX, y muchos otros arreglos menores. El plan maestro pasa por llegar pronto a la versión 3.0 del programa, que incorporará cambios profundos en la herramienta de forma similar a lo que sucedió en los últimos tiempos con el cambio del motor de procesamiento de imágenes que les obligó a reescribir gran parte del código. Está claro que no se puede competir con los de arriba en el ámbito profesional, pero que nadie se equivoce: Gimp ofrece todo lo que un usuario medio puede necesitar de una suite de edición de imágenes.